“Romance”, las tragedias de telenovela en las ilustraciones de Shin Morae

julio 23, 2018

“Romance”, las tragedias de telenovela en las ilustraciones de Shin Morae

1 "Romance II", por Shin Morae | creative emotional drawings, deep feelings, sad | imagenes bonitas, emociones y sentimientos, dibujos hermosos de amor, realidad onirica

1 "Romance II", ilustración por Shin Morae

En su novela gráfica “Romance”, Shin Morae da pauta a una crónica de los amores fallidos. Amores fallidos en su continuación pero no en su manera de quemar el alma. El fuego de artificio y dolor resquebraja a los más sensitivos de los corazones femeninos. Y será así que acontecerá trémula la conspiración de tardes rosas sin compañía.

En la historia, Morae presenta a los amantes consolándose ante la despedida de uno de ellos. Es el mar quien atestigua el cariño que pronto devendrá en desesperada ansiedad por el que ha partido. Ante la puesta de sol, los amores se juran y sus humores se tatúan de flores. Simbólica la última caricia dice adiós a la esperanza. Pero hay corazones de una especie distinta, en ellos el paso del tiempo no atempera los anhelos, y cada momento es silencio que retiene con agudeza, y es allí que los eventos se transforman en lastimosas memorias.

Bastarán entonces los amaneceres y las gaviotas sin oficio de mensajeras para acelerar el infortunio de los alguna vez únicos e inseparables. Cerca del vaivén del mar, los sonidos son viajeros pendulares de la desesperación. Y en esa erosión que al paso de las horas y de los días la quietud construye con el compromiso de una hormiga obrera en la transportación de los alimentos de la comuna, los corazones de una clase distinta: aquellos que necesitan del refresco diario de las emociones y los sentimientos para vitalizar su seguridad, se desquebrajan.

Y a ese momento, todos los buenos deseos, son veneno perpetuo. Y los antiguos testigos se vuelven inquisidores, múltiples recaen en la frente de la joven que en su efigie de pétalos intenta extraer el mercurio que apaga la razón de los amantes a disgusto. Una última alquimia para la salvación. Sin más que hacer, el océano que siempre ha sido un receptor de navíos naufragantes, también se volverá metáfora del reposo para aquellos que deciden renunciar a la posibilidad de un nuevo amor.