Cody Ellingham, Tokyo y su mística cyberpunk.

diciembre 09, 2017

Cody Ellingham, Tokyo y su mística cyberpunk.

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Foto por Cody Ellingham, proyecto DERIVE, Tokyo.

Ríos humanos fluyendo a la sombra de los tonos neón. Atardecer que aturde. Despertamos del sueño opioide para descubrirnos desfragmentados después del viaje de fibra óptica. Nuestra vida precede a la desconexión física pero no así al flujo luminoso de la hiperconexión, entorno total que predomina en la psique de los navegantes de información. La personalidad se ausenta, comienza la crisis del habitar.

Para algunos el futuro ocurre ya, y puede apreciarse en la vida ecléctica del Japón, en Tokyo para ser exactos: Peter Conrad, en su “Modern Times, Modern Places” - viaje por la cultura del siglo XX, describe el futuro hecho presente en una ciudad que diluye al individuo y sobresalta los esfuerzos en una noción de grupo que desconcierta a la cultura del ego de cualquier observante crecido a los modos de occidente. Conrad hablará allí de los cielos arrebatados y colmados por los edificios magnificentes de la actividad corporativa, y dudará en caracterizar el temperamento y actitud vital del ciudadano de aquel lugar. Intentará únicamente describir los legados de la ocupación occidental después de su abatimiento durante la Segunda Guerra Mundial.

Tokyo, capital ecléctica replanteada desde la desgracia, es lugar donde tú y yo, sedados nos embriagamos con la bruma de luz asfixiante de los corporativos, bruma sin sustancia en constante coqueteo publicitario. Cándidas figuraciones intencionadas para atraer la atención de los post modernos humanos. Una hebra cáustica que doctrina a los nuevos esclavos.

El fotógrafo Cody Ellingham explora en su proyecto DERIVE las luces neón de Tokyo, a través de la fotografía de larga exposición y procesos de postproducción, Ellingham impregna sus imágenes de una mística cyberpunk, en ellas hay bocanadas de luz pétrea, un camino lleva al pasado y el otro es filtro a la conciencia del futuro. El túnel ferroviario, sin ser magnético propone las alternativas. El ritmo antes humano, fluye en las fibras del concreto abrasivo de la ciudad. Sus calles trasmutan fungiendo como sistema circulatorio que estanca el colesterol auto estimulado de las ahogadas ideas. Sólo hay fuerza de trabajo en bono poblacional, escasamente educado y a mínimo salario. El nuevo ciudadano nace en atardecer de metal y sucumbe en rojos tonos cobre en su mayoría de edad. Hay poesía, hay metáfora visual.

Refencias:

Peter Conrad, “Modern Times, Modern Places”, cap. 28 - “A trip to the future”, pp. 671-691, Ed. Thomas C. Hudson. 1998.