Las pinturas de Hyunmee Lee son abrupta y delicada belleza construida. Uno puede sentarse frente a ellas y caer en contemplación de sus formas y gestos estilísticos incorporados a la base de su composición.
Con combinaciones de calma e intensidad en su trazo, con mínimos tonos de color y moviéndose entre negros y blancos sus pinturas andan con personalidad y representan la improvista catarsis de liberación del artista. Su unidad está en la acumulación simbiótica de líneas expresivas entorno a una suerte de gruesas formas estilísticas sobre el lienzo. Hyunmee Lee logra transformar la lírica paz de la observación en un espontáneo equilibrio visual. Sus pinturas no son para analizarse, son para disfrutarse.
A juego de estilos, sus creaciones son oscilaciones minimalistas entre orden, fuerza y materia. Como diría Lee: “I enjoy the moment when the gestures finds its own power”.