Educación Universitaria: Cobertura Poblacional.

Vision matematica


Poco se ha hecho por parte del Estado Mexicano para incrementar el acceso a estudios universitarios, su tarea más importante ha sido ampliar la cobertura en los niveles de educación primaria y secundaria. Las universidades públicas, por su parte, poco pueden hacer para expandir el número de lugares disponibles para aquellos que han terminado el nivel bachillerato de manera adecuada y quieren continuar hacia el camino de la educación superior. Los presupuestos son limitados y construir nuevas escuelas es un lujo del pasado.


No obstante este contexto hay indicadores que nos permiten observar un progreso en la cantidad de personas que han tenido acceso a la educación superior: el INEGI reporta que en 2010 el porcentaje de mexicanos con 25 años o más que habían cursado al menos un año de educación universitaria era del 17.6%, en 2000 de 11.9%, y en 1990 de 8.9%. La cifra alcanza su máximo en la Ciudad de México con el 30% y el mínimo corresponde al 10.6% cuantificado para el estado de Chiapas. (ver cuadro 1)


Cuadro 1.





Ahora bien, el cuadro 2 muestra la cobertura en educación superior con base en la matricula publicada por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y la población de 18 a 22 años para cada entidad de la República Mexicana (Censo 2010). Observamos que a nivel nacional el 30.8% de los jóvenes en este grupo de edad están matriculados en alguna universidad pública o privada, siendo la Ciudad de México la entidad que mayormente está formando a sus jóvenes en los niveles superiores de educación: 63%, bajo esta medida también es Chiapas quien se sitúa al final de la lista con 15.8% de sus jóvenes matriculados.  


Cuadro 2.




La realidad entre lo que ocurre en Chiapas versus la Ciudad de México se mira por distintos espejos: Chiapas tiene un 50% de población rural (*1) mientras que la Ciudad de México prácticamente el 0%, Chiapas tiene un PIB per cápita (*2) de 56 mil pesos anuales mientras que la CDMX 300 mil. Así la creación de infraestructura educativa privada que, en años recientes, es el mayor impulsor de la ampliación de la matrícula (*3) universitaria tiene pocos incentivos para ir e invertir en una entidad con las características de este estado sureño.


Del mismo cuadro 2 tenemos que con la tasa de cobertura ajustada para medirse con la matrícula de la ANUIES, pero sobre la población de 18 a 22 años que habita en un contexto urbano, Chiapas ya no es el último lugar en cobertura, su tasa es ahora del 32.5%, el mínimo en este indicador es observado en Quintana Roo, 25.3%. Juicio severo podría hacerse a este caso: Quintana Roo con 88% de población urbana y 171 mil pesos anuales de PIB per cápita, parece mantener un criterio de población enfocada a trabajar en los esquemas de servicios y no en desarrollar otro tipo oportunidades de trabajo para los que así lo deseen. Hidalgo por ejemplo, con una población rural entorno al 50% y con un PIB per cápita de 97 mil pesos anuales, alcanza un 61.7% en el mismo indicador, es decir el 2do mejor en la medición.


México siempre se ha caracterizado por carecer de un proyecto de nación a largo plazo, por ejemplo, no se ha decidido qué tipo de sociedad económica queremos ser, ¿enfocada a las manufacturas o a la creación de tecnología?, cuando estemos claros al respecto entonces podríamos fijar umbrales de medición de la cobertura en educación superior, así como del tipo de perfiles que estamos creando: dada la visión, buscar el equilibrio entre puestos económico-administrativos y de ingeniería. Hay que trabajar en sistemas de medición de la calidad educativa en este nivel.


Por el momento, podemos anticipar que con la dinámica poblacional y de matrícula actual el indicador del INEGI se moverá entorno al 30%. Este capital intelectual será un componente esencial del motor económico del país, pero que se ha construido sin tomar en cuenta el grupo en el cual México quiere competir ni el resultado que se quiere lograr.





(*1) Fuente: INEGI. Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014 (ENADID). Tabulados básicos.

(*2) Cálculos propios, con datos del INEGI. Cifras preliminares del PIB 2014 a precios corrientes y población al 2014 tomada de la ENADID.

(*3) La UNAM por ejemplo sólo admite alrededor de 45 mil lugares para las casi 250 mil solicitudes de inscripción a nivel superior que recibe por año (2015). Pero de 1980 a 2005 prácticamente ofertó 30 mil lugares promedio. A partir de ese año comienza a ofertar más lugares.



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