El Hoy No Circula: medida necesaria.
Pocos comentarios a favor ha recibido la aplicación temporal del programa hoy no circula que extiende el descanso de un día a la semana y un sábado a todos los vehículos automotores sin distinción del tipo de holograma – 0, 00, etc. -, pero también lo hace extensivo a motociclistas y transportistas, transporte público queda exento. En general los ciudadanos se sienten agraviados y los empresarios hablan de aumento en costos, escasez de productos y pérdida de competitividad de la ciudad. Todos mencionan que la medida no ataca las causas de la contaminación, y que el transporte público – a su decir, uno de los más contaminantes - sigue exento. La lógica de todas las opiniones apunta a la injusticia de la medida.
Dejando atrás la visión individualista de todas estas quejas hay que tener en cuenta lo necesario de la medida: cualquiera en esta ciudad puede recordar la sensación de ese aire viciado que llega a tu rostro en cualquier momento de un día contaminado, el ardor en los ojos, la piel que quema y reseca; los que sufrimos alergias y/o asma la pasamos mal, son los peores días sin mencionar lo terrible de las noches. Si bien no apuntamos a tener una ciudad con una experiencia de día de campo, debemos comenzar por entender que la contaminación del aire es síntoma de enfermedad de un entorno sobrepoblado. Así es, la obesidad no sólo le ocurre a las personas sino también a las ciudades. Entonces las soluciones reales – como todos claman – deberían dirigirse a la reducción de la población en el largo plazo. Todo lo demás son paliativos para una ciudad que pronto podría colapsar.
Entonces, ¡entendamos!, la causa es la sobrepoblación, y el síntoma es el aire contaminado. Y, si dejar de usar tu auto te molesta, pues mañana podría ser un día sin agua o sin electricidad obligatorio.
La pérdida de calidad del aire se manifiesta cuando las emisiones contaminantes son tales que sobrepasan la capacidad de las condiciones climáticas para dispersarles. Los emisores más evidentes son: los autos particulares, el transporte público, los transportistas y la industria. Así pues, para llevar al equilibrio el desarrollo de la ciudad y su relación con el medio ambiente debemos hacer que ciudadanos, gobierno e industria hagan lo debido para reducir sus emisiones.
En cuanto al parque vehicular hay un tema de cantidad y tiempos de traslado por resolver. La medida natural inmediata es sacar autos particulares de circulación ya que representan la mayor parte del parque vehicular: menos autos circulando implica menos emisiones, mejor movilidad, por lo tanto menos tiempos de traslado. En una medida inmediata, no puedes sacar al transporte público contaminante de circulación ya que debe atender a la población que no utilizará su auto. La industria contaminante no puede parar ya que las implicaciones económicas serían importantes. No obstante, participarían de las acciones cuando se rebasen los umbrales previstos para declarar el estado de contingencia ambiental. El hoy no circula sigue esta lógica, una medida inmediata para atemperar una situación estacional. Los ciudadanos podemos seguir quejándonos, podemos alegar que nuestros autos son bajos en contaminantes al igual que nuestras motos, que ir al transporte público es lo peor que a un ser humano le puede pasar, pero al final nosotros somos los causantes: entre más somos, más servicios, alimentos y espacio demandamos. Así que con algo debemos empezar.
Ahora bien, para solucionar el problema en el mediano/largo plazo hay que poner el esfuerzo en la optimización del área metropolitana, y no en la administración de su crecimiento. Un eje debe ser la movilidad. La movilidad entendida como la posibilidad de trasladarnos por la ciudad en tiempos acordes a las distancias. Para ello hay que aumentar la fluidez de los transportes que se mueven por nuestras calles, un camino es reducir la población flotante que transita por la ciudad. Aquí hay decisiones difíciles que tomar: reducir la población flotante implica descentralización de las oportunidades de trabajo y educativas. Hay que incentivar a las empresas/industrias que en su mayoría emplean personas residentes en municipios del Estado de México a cambiar sus centros de operaciones o a crear subsidiarias en esa entidad. Debe haber presupuesto asignado para la creación de nuevos planteles de nivel medio superior y superior de la UNAM, IPN y UAM en el Estado de México, así como en los terrenos que desocupen estas empresas. En paralelo se debe trabajar en la construcción de los trenes interurbanos hacia Querétaro, Puebla, Pachuca, Toluca etc..., de tal forma que aumente la conectividad y más empresas decidan instalarse cerca de esas ciudades. Estas vías de comunicación pueden construirse con una visión que incluya el transporte de ciertas mercancías. Asimismo, hay que mejorar las condiciones de transito que imperan hoy en la Ciudad de México, hay que agilizar las vialidades comenzando por desbloquear las calles secundarias que han sido tomadas por las personas que las habitan - desde jardineras, puertas, bloqueos para estacionar autos, etc. - ; hay que prohibir los mercados ambulantes que impiden el paso vehicular. Las bicicletas no deben circular por vías primarias de alta afluencia vehicular – ejes viales, Insurgentes, etc. –, a menos que tengan carriles destinados para ellos como en Av. Reforma –. Estas mismas vías deben tener prioridad de transito con ayuda de una mayor duración de los verdes y sincronización de los semáforos. Hay que tomar el control de los paraderos de transporte público en terminales y estaciones del metro. Hay que convocar a las empresas que ostentan el sello “socialmente responsable” a que modifiquen los horarios de sus empleados, distribuyéndolos de 8am a 5pm, 9am a 6pm, 10am a 7pm, 11am a 8pm.
Otro eje debe ser la mejora del transporte público, decisión difícil una vez más, hay que acabar con la anarquía del transporte público concesionado que está limitando el desarrollo del área metropolitana, ya otros han tenido la capacidad de hacerlo con electricistas y trabajadores de la educación, entonces no hay razón para no hacerlo con ellos. La ciudad necesita transporte concesionado limpio, seguro, cómodo y no contaminante. La industria automotriz que produce vehículos para transportar mercancías o personas debe saber que para vender vehículos en México hay que cumplir con una norma de bajas emisiones contaminantes. Ya lo han hecho en autos particulares, así que es viable. Al mismo tiempo hay que solicitar la ayuda de los distintos centros de investigación de la UNAM, IPN, UAM para crear alguna tecnología que pueda ocuparse en la industria y en los transportes para filtrar los gases arrojados al aire.
Así pues, no obstante cuales sean los caminos de solución que sean abordados lo más importante es que cada ciudadano haga su parte teniendo como máximo 2 hijos, 1 de preferencia.